sábado, 13 de junio de 2009

¿Dónde esta Dios cuando Sufro?

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cuál nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera en que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos”. 2 Corintios 1:3-6

De acuerdo a este pasaje que leímos, estamos de acuerdo en una cosa; el mundo se encuentra en sufrimiento; hay guerras, pobrezas y parece ser que cuando buscas a Dios para tener una mejor comunión, es cuando viene más sufrimiento. Pedro menciona en su carta:

“Después de que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. 1 Pedro 5:10 b

Cuando el sufrimiento toca a nuestras vidas, viene también el temor y la incertidumbre; blancos perfectos que utiliza el enemigo para dejar de confiar en Dios, y llegamos a cuestionar a Dios acerca de lo que nos pasa; Peor aún, nos enojamos con Él, pensando que tiene la culpa. Sin embargo, la Biblia nos muestra que si amamos a Dios con todo nuestro ser, el sufrimiento deja de atormentarnos.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en si castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero”. 1 Juan 4:19 - 19

Si el temor se va, el sufrimiento termina y le dejarás todos tus problemas en las manos de Dios, con la misma visión que menciona Pedro, que esto nos ayudará a perfeccionarnos, afirmarnos, fortalecer y establecer, y podremos cambiar nuestra manera de pensar como lo hizo Job en medio del Sufrimiento.

“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá, Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová Bendito”. Job 1:20

Y nos damos cuenta que Dios siempre estuvo con nosotros.

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